Filme con implicaciones transcendentales y ambientes visualizados espléndidamente por Ridley Scott, convierten a Prometheus en una película en que la forma se impone a sus comienzos y la historia presentada se hace descansar después en lo terrorífico.
Wes Anderson, un cineasta poseedor de un estilo bien definido, amante de temas y personajes que desafían las convenciones y se apartan de aquellos a que nos tiene acostumbrado el cine que nos llega de Estados Unidos.
Un cuento chino es también un cine del sentimiento, como se ha dado en llamar al cine argentino. Este se hace evidente en una secuencia casi postrera que abre la trama a la guerra de las Malvinas y a la conexión de dicho conflicto con el pasado del protagonista.